viernes, 31 de diciembre de 2010

Miro para afuera y veo todo bien
como si estuviera anestesiado. 

Todos esos enemigos que inventé
desaparecieron de mi lado. 

No era lo que había imaginado,
no siento los ojos, pero puedo ver.

No distingo la risa del llanto. 
Como un reflejo en tus ojos voy a descansar yo te protejo, yo te cuido, vos seguí nomás. 
Algo que me pasa y que debes saber 
es que no estoy triste ni asustado. 
No puedo tocarte, ya no tengo piel 
pero no me muevo de tu lado. 

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